sábado, 8 de enero de 2011

Capítulo 7: Dos hombres y un destino (Parte 1)


Samantha:
Al terminar las clases, salí en busca de Austin. Entré en la clase especial del F4, su sala privada en la escuela, incluso en la azotea. Pero no había nadie en ninguno de eses lugares. Al final, me senté en un banco del patio, con la esperanza de que Austin pasara por allí.
Y así fue, una limusina negra aparcó delante de la puerta principal, Austin salió y se dirigió al coche. Nuestras miradas se cruzaron y yo sonreí saludándolo, pero me ignoró y entró en el coche. Éste arrancó, y yo me monté en mi bicicleta, gritando su nombre:
-¡Austin! ¡Hey! ¡Hey! ¡Detente!
Me metí por unos atajos y llegué a la vez que él a su casa. Dejé la bici tirada en el suelo y me acerqué a Austin jadeando, al verme abrió los ojos como platos:
-¡Tú! ¡Cómo lo has hecho!
-Hablemos, Austin.
-No tengo nada qué decir- se cruzó de brazos-.  Y te dije que nunca me volvieras a dirigir la palabra.
-Tengo algo que decir- insistí.
-Yo no.
-¡Yo sí! - no me hizo ni caso y se encaminó a la puerta principal-. ¡Hey!
-¡Lárgate! Dije que no tengo nada de qué hablar.
-¡Pues yo sí! - Austin se puso a correr, escapando de mí-. ¡Hey! ¡Austin!
- ¡Muévete! ¡Muévete!
Todos los sirvientes nos miraban poniendo caras extrañas, y es que a su parecer ya éramos bastante mayorcitos como para jugar al pilla-pilla.
-Austin. ¡Austin!
-¡Aléjate de mí, pesada!
-¡Austin!
Apartó de un golpe al chófer y se sentó en el sitio del piloto. Hice fuerza intentando que no cerrara la puerta, pero ganó y la cerró poniendo el seguro.
-¡Dije que te tengo algo que decir! - le grité dando golpes en el cristal.
Me sacó la lengua y acto seguido arrancó la limusina.
-¡Austin! ¡Hey, Austin!, ¿adónde vas? ¡Austin!
Entonces un Lamborghini blanco aparcó delante de mí y bajó la ventanilla del conductor. Dentro estaba una chica muy guapa con el cabello castaño, largo y lacio. Llevaba puestas unas gafas de sol.
-Sube.
-¿Qué?
-Apúrate y sube. ¿Quieres cogerlo?
-Sí.
Entré en el coche y me abroché el cinturón. La joven, pisó el acelerador a tope y emprendió una persecución por las principales calles de la ciudad. Al final, aquella chica controló el volante y acorraló el coche que Austin conducía contra una esquina. Ambos salieron de sus respectivos coches, pero la joven con un bate de baseball. Yo también salí del automóvil.
-¿Quieres morir? - le gritó Austin cabreado.
La joven no contestó, pero empezó a golpear a Austin con el bate.
-¡Basta! ¡Quieta! - le rogó.
-¿Aún no has tenido suficiente?- paró de golpearlo y lo señaló con el bate amenazante-. ¿Quién te enseñó a tratar a las chicas de esa manera?

-¡Hermana, ni siquiera sabes nada!
-¿Hermana?- susurré.
Bajó el bate y me miró sonriente:
-Perdón. Me disculparé en nombre del infantil de mi hermano. Vamos a casa primero y me lo cuentas todo.
La hermana de Austin abrió la puerta del conductor y lanzó el bate hacia el asiento trasero.
-Yo...
-¡Ella tiene prohibido entrar en mi casa!- exclamó Austin.
-¿Quieres que te lo prohíba yo a ti?- le espetó la hermana, me miró con dulzura-. Vamos.
-¡Dije que tiene prohibido entrar en casa!
-Ten cuidado al regresar- le recordó antes de entrar en el coche.
Ashley Mcklaine, así era el nombre de la encantadora hermana de Austin. Nos invitó a cenar en la gran mansión Mcklaine, pero solamente Eric, Leo y yo, habíamos asistido.
-Comed mucho chicos. Ha pasado tanto tiempo, ¿no?
-Se niega a bajar- informó Peter.
-No morirá por saltarse una comida- contestó Ashley con tranquilidad-. ¿Y? ¿El niño consentido que no quiere bajar, ha iniciada una guerra mundial por capricho? ¿Y vosotros lo habéis permitido?
-Yo estoy en contra de ello- se pronunció Leo-. No puedo quedarme de brazos cruzados viendo como el F4 se va a la mierda.
-Tampoco estoy precisamente de acuerdo, pero... - continuó Eric.
-Bueno, eso es suficiente. ¿Peter?
-¿Si, señorita?
-Trae el pato de Francia, el cangrejo de California... y el caviar que mi marido envió.
Oh... No olvides la botella de Cristal.
-De acuerdo. Ahora mismo se lo traigo.
Ashley me miró fijamente y luego me sonrió.
-Sam, come mucho, ¿vale? Si vas a enfrentarte a ese idiota, vas a necesitar toda tu fuerza- tomó su copa y la alzó en el aire-. ¡Por el idiota consentido de arriba, salud!
-¡Salud!
Tras la cena, Ashley se ofreció amablemente a llevarme a casa.
Ella era todo lo contrario de Austin, sencilla, amable, risueña...
-Estoy realmente agradecida por lo de hoy.
-Aceptaré esas gracias más tarde.
-Pero... ¿Por qué estás siendo...?
-¿Tan buena contigo?- dijo continuando mi frase-. Has conocido a mi madre, ¿no?
-Sí.
-Es probablemente igual de difícil llegar al cielo como lo es... para una persona rica tener verdaderos amigos. Sin embargo, mi madre aún cree que no se necesitan amigos.
-¿Por qué?
-Nadie nunca sería lo suficientemente bueno como... para ser amigo del heredero del grupo Mcklaine.
-Pero, Austin tiene al F4.
-Así es. Para alguien con tan alta posición y que no carece de nada, tener al F4 es un milagro.
-Lo siento. Por mi culpa él está perdiendo al F4.
-De cualquier modo, habría ido dejando al F4 en el camino. Además, te estoy realmente agradecida.
-¿Perdona?
-Tú has abierto una vía en él para ser más humano. Si la amistad es una condición suficiente, el amor es una condición necesaria. Prepárate, a partir de mañana, todo será muy agitado.
Abrí la puerta y salí al frío de la noche.
-Adiós- me despedí.
-¡Adiós!

Austin:
-¿Cómo pueden no decir una palabra acerca de comer?- me quejé.
No paraba de dar vueltas en mi habitación con las manos sobre el estómago, me dolía a causa del hambre y las tripas no paraban de sonar.
-Peter, este viejo... ni siquiera me trajo un aperitivo. ¡Aish! Estoy tan hambriento.
Sentí la gran puerta abrirse a mis espaldas, me giré cambiando la expresión de mi cara.
-Señorito.
-¿Vas a continuar insistiendo? - le dije irritado a Peter.
-Lo siento- detrás apareció una sirvienta con un carrito lleno de comida-. Devuélvelo.
Peter cerró la puerta y volví a quedar a solas.
-¡Ah! ¡Estoy muy hambriento!
Entonces mi teléfono comenzó a sonar en el bolsillo de mi pantalón. Toqué la pantalla con el dedo índice, era un mensaje de Jack. Lo abrí.
Hablemos.

3 Flores:

Fernanda Chassier dijo...

Holaaaa
soy nueva blogger, lei todos tus capitulos completos, y me impactaron me gusta la forma en la que escribes y te desarrollas, soy super fan de este blog, espero que subas el siguiente pronto, me gustaría que pasaras por mi blog, y me dijeras que tal te parece,

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espero que te guste , hasta pronto

♥... dijo...

Hola!
Somos un grupo de personas que estane scribiendo un libro!
Nos encantaria que le echaras un vistazo!
http://alaluzdelasestrellas09.blogspot.com/
PD: Nos encanta tu blog ^^

Valeria. dijo...

Wow! es increíble la diferencia de la hermana de Austin con él son totalmente diferentes! pensé que ella de verdad iba a ser la copia de él pero femenina, por suerte no lo es!
tiene toda la razón
espero que Austin la escuche! de verdad Sam espero que lo pueda arreglar todo):
Me encanto el capi!
publiquen pronto chicas(;
Ciudense besos!
Vaal<3