sábado, 26 de febrero de 2011

Capítulo 7: Dos hombres y un Destino (Parte 7 - Final)

Eric:
-¿Y? ¿Me estás pidiendo que pierda a propósito?
-Ya que no importa si ganas o pierdes, no es nada para ti de todos modos. Pero Sam... se juega la expulsión- Selena me miró fijamente-. Un chico desafiando a una chica y arreglando quién gana o pierde... ¿No crees que es vergonzoso?
-¡Si un chico desafía a una chica y pierde ante ella... eso sí es vergonzoso!- exclamé.
-Así que... ¿Así que vas a ganar sin importar lo que valga?
-Aunque no tengo la intención de morir en el intento, no voy a conformarme con sólo participar.
-¡Serás...!
-No creo que tengas el derecho de gritarme- dije burlonamente.
-¿Qué has dicho?
-Te lo advertí, Austin es un árbol demasiado alto para escalar y Samantha podría hacerse daño. Fui a tu tienducha para charlar amistosamente, ¿y qué me difiste?
-No es una tienducha sino una bocatería- dijo apretando la mandíbula.
-Dios los cría y ellos se juntan, ese refrán es muy cierto.
-¿Qué quieres decir?
-Esa manía de Sam de defender a los débiles... ¿es contagiosa?
-¡Hey, descarado!
-La salida está por ahí.
Y me tiré de cabeza a la piscina para seguir entrenando antes de que pudiera decir algo.

Samantha:
-Que frío- cerré la puerta de casa-. ¡He vuelto!
-Ven aquí- mamá me tomó de la mano-. Date prisa.
-¿Qué ocurre?
Mamá me llevó al salón, donde papá y Frankie estaban sentados en el sofá con la cara desencajada.
-¿Qué quiere decir? "¿Qué ocurre?"- mamá me hizo sentarme en el sofá.
-¿Es algo malo?
-Eso es lo que quería preguntarte. Oye, ¿qué es eso de unas pruebas deportivas? Y ¿qué es eso acerca de una expulsión?
-Oh... eso...
-¡Cállate! Responde mi pregunta con un "Sí" o "No".
-Mamá, eso es...
-Sales con ese chico llamado Jack, actúas de una forma extraña y Austin ahora te odia, así que te quieren expulsar, ¿es esa la verdad?
-Bueno...
-¿"Sí" o "No"?
-¡Sí!
-¿Qué haremos?- mamá llevó las manos a la cabeza-. ¡Oh! ¡Santo cielo! ¿No recuerdas lo difícil que es entrar en esa escuela?
-Me dieron una beca para que los medios dejaran de hablar del bullying que existía en ese lugar. Además, puedo regresar al instituto.
-¡Instituto! ¿En tu antiguo instituto, estudiaba Austin? ¡Dime! ¡Dime!
-Cariño, cálmate- papá salió en mi defensa-. Desde el principio, lo sabíamos, esto sería un destino imposible. Pero aún tenemos la lavandería, ¿no?
-Mientras sigamos como hasta ahora...- susurró mi hermano-. ¡Papá! Si expulsan a Sam, esos uniformes no vendrán a nosotros nunca más. Todos pensarán que es mala suerte, incluso perderemos nuestros clientes. Esto no debe ocurrirnos.
-Vamos a pedir disculpas de inmediato- dijo papá convencido-. Cariño, acomoda tu cabello. Frankie, prepara los cojines para arrodillarnos.
-Hermanita... ¿Por qué no recordé enseñarte todo esto? Estoy muy decepcionado.
-¡Papá!
-¡Tú! Si te expulsan, a partir de ese día, tu destino con nosotros terminará- me advirtió mamá-. No importa cómo lo vea, debe ser todo culpa tuya. ¡Qué clase de idiota eres! ¡Cómo te atreves a engañar al chico!
-Cariño, no tienes derecho a regañarla. Debe haberlo aprendido todo de ti.
-¡Oye, tú!- gritó mamá avergonzada.
-¿Qué? Mamá, tú...- dije alucinando.
-¡Oye, cuidadito con lo que dices!
-Sam…-papá me tomó la mano con ternura-. He pasado por ello así que lo sé...
Ser engañado, es algo horrible. Aun así... si la chica decide por si misma pedir disculpas... Entonces... él se sentirá indefenso y te perdonará, así es como son chicos hoy en día. Así que...
-¿Así que?- repetí.
-¡Di lo siento! ¡Di lo siento!- los tres empezaron a coro-. ¡Di lo siento! ¡Di lo siento! ¡Di lo siento! ¡Di lo siento!
Me levanté del sofá y salí a la calle. Casi no pasaba ni un alma, normal con el frío que hacia.
Un coche negro aparcó y los focos en la noche me deslumbraron. La puerta trasera se abrió y salió una persona.
-¿Austin?
Me indicó con un gesto que lo siguiera. Caminamos hasta llegar a un parque cercano a mi casa.
-¿Adónde vas tan tarde en la noche?- se decidió a preguntar.
-A entrenar, ¿por qué?
-¿Tanto quieres ganar?
-No tenemos otra opción.
-¿"Tenemos"?
-Sí, Jack y yo debemos ganar.
-¿Por qué tiene que ser Jack? Si él nunca regresara...
-¡Austin!
Me tomó de los hombros y me abrazó fuertemente, protegiéndome contra su pecho.
-Aún no es demasiado tarde. Sólo di una frase- me abrazó aún más fuerte-. Di que te gusto... Sólo eso.

viernes, 18 de febrero de 2011

Capítulo 7: Dos hombres y un Destino (Parte 6)

Eric:
-¡Muere, muere! ¡Muérete!- gritaba Austin mientras jugaba a la Play.
Leo se rió al verlo hablar solo con la consola. Golpeé con el taco la bola de billar:
-A veces, un monito puede caerse de las ramas.
-¿Quién dijo que la especialidad de Austin eran las curvas?
-El cazador cazado - me apoyé sobre el taco-. Al final, Jack... Controló el volante.
-Sí. Si no fuera por Sam... Nunca lo habría hecho. ¿Lo has visto?- Leo se sentó sobre la mesa de billar-. Parece que lo de esos dos va de maravilla.
-También son muy cariñosos.
-¡Muérete!- volvió a exclamar Austin, esta vez la televisión se apagó-. Eh, ¿qué le pasa a esto? ¿No funciona?
-Ale, ya se lo cargó- dije con una sonrisilla.
-Normal, tal y como le daba, por supuesto que se estropeó.
Ambos reímos. Austin dejó caer el mando y se recostó en su sillón con cara de fastidio.

Samantha:
-Ésta es la ronda final determinante- nos anunció Ashley-. ¿Vamos a ver la bola de Sam?
Todos miramos emocionados a Ashley, ella desenvolvió el papelito y lo leyó. Se quedó en silencio, nos miramos unos a otros. Entonces, nos mostró el papel:
-Natación.
-¡No puede ser!- exclamó Austin poniéndose en pie-. ¿Qué es esto? ¡No vale! Oye, Samantha...- me miró con ira-. Lo hiciste a propósito, ¿verdad? Dilo. Todo esto es una trampa, ¿verdad? No lo haré. Ni de coña.
-Como quieras- contestó Ashley-.  Lo tomaré como que perdiste la prueba, así que Jack gana esta ronda, ¿alguna objeción?
-¿Qué quieres decir con eso?- cuestionó Austin.
-Te lo dije. Sea cual sea el resultado, debes respectarlo. Tenía miedo de que algo como esto pudiera suceder.
-Pero... - Austin se volvió a sentar.
-Bueno, aunque así se acordó inicialmente...- dijo Eric-.  Pero que termine de esta forma, tanto para Austin o para el resto de nosotros, no es justo.
-¿Y?
-Si todos estáis de acuerdo, me ofrezco para ocupar su lugar.
-¿Qué?
-Este asunto...-continuó-, no estoy dispuesto a dejarlo ir así tan fácilmente.
-Eso suena bastante razonable - Ashley miró hacia Austin y Jack-. Entonces, si todos estáis de acuerdo, yo también lo estoy. ¿Qué os parece?
-Estoy de acuerdo- dijo Austin rápidamente-. Estoy incondicionalmente de acuerdo.
-También estoy de acuerdo- aprobó Leo.
Jack asintió levemente.
-Estoy en contra- dije firmemente.
-¿Qué? ¡Oye, Samantha!- me gritó Austin-. Esta chica, incluso al final... ¡Qué morro!
-Quiero participar también. En lugar de Austin, Eric está tomando parte. Por lo tanto, para esta ronda, tomaré el lugar de Jack.
-Compites contra Eric- me recordó Ashley-. Él es un hombre y es muy fuerte.
-También estoy involucrada en este lío. No puedo cruzarme de brazos a observar.
-Deja de meterte en este asunto, ¿vale?- me interrumpió Austin-. ¿Cómo puede una chica participar?
-Esto implica el ser expulsada de la escuela o no... Quiero poner mi mejor esfuerzo, así no me sentiré tan mal.
-Entonces, hagámoslo dos-contra-dos - Ashley señaló a Leo.
-¿Quién? ¿Yo?- preguntó éste.
-También estoy de acuerdo- dijo Jack-. Sam, si eso es lo que quieres, hagámoslo.
-Así que, ¿vais a ceder solo porque sea una chica?
-Austin, no vamos a aflojar sólo porque ella sea una chica- aclaró Eric-. Es mi deber competir con Jack.
-Bien, hasta el final de la competencia, aún hay alrededor de 70 horas- Ashley dio una palmada-. ¡Todos a entrenar!

Austin:
Y para colmo, teníamos que compartir la piscina del colegio. Eric y Leo daban largos de un lado a otro, mientras yo les contaba el tiempo.
En el otro lado de la piscina, Jack le contaba el tiempo a Sam.
-¡Hey, esa no es tu velocidad más rápida!- le grité a Leo.
-Pues ahora no nado más- y me salpicó con el agua.
-Oye, idiota. ¡Incluso yo nado más rápido que tú!- volví a gritar.
De vez en cuándo levantaba la vista para ver que tal les iba a los otros dos, y les iba genial.
-Estoy cansado- Eric se quitó las gafas y se apoyó en el bordillo.
-¡Ah! ¡Diez minutos más, sólo diez minutos!
-¡Eso dijiste hace media hora, Austin! - me recriminó Eric y volvió a lanzarse al agua.

Samantha:
-Hace mucho tiempo, hubo una pobre chica llamada Samantha...- cantaba mientras pasaba un paño mojado por las mesas de la bocatería.
-¿Por qué debes ser tan testaruda y decir esas cosas?- Selena se cruzó de brazos.
-No lo sé- suspiré-. ¿Por qué lo hice?
-¿No lo sabes? Tienes una enfermedad incurable. Defendiendo a los débiles contra los fuertes.
-Es mi culpa que dejen a Jack de lado.
-Así que si pierdes, ¿estará bien?
-Por eso quiero ganar.
-¿Estás segura de ganar?- me encogí de hombros, Selena miró al frente-. ¿Cómo resultará? Si tuviera una máquina del tiempo para poder ver los resultados.
-Sam, más rápido, más rápido...- dijo Mike en sueños-. ¡Aún más rápido, más rápido! ¡3... 2... 1!- y Mike se despertó de repente.
Nosotras nos acercamos corriendo:
-¿Qué es? ¿Qué has soñado? ¿Fue acerca de Sam?- le preguntó Selena emocionada.
-¡Un sueño sobre el desafío!- contestó.
-¿Quién ganó?
-Bueno... Hasta poco antes del final, estuvo a punto...
-¿A punto?- dijimos ambas.
-Entonces sólo cuando extendiste tu mano, en ese momento...
-¿Ese momento?
-Se puso todo oscuro.
-¿Qué?
-Todo oscuro. Nada. Entonces me desperté.
-¿Qué es eso?- dijo Selena con ironía.
-Sólo un sueño- contestó Mike.
-¡Ah, sí! No eres de mucha ayuda en absoluto. Esto no quedará así. Ese Eric, o como se llame, no importa qué táctica debo usar contra él...
-¿Qué le vas a hacer?- pregunté.
-Poner un poco de laxante en su bocadillo o algo así.
-¡No!- Mike se puso en pie-. Selena, ¿Cómo puedes pensar eso?
-Mike, tienes cuatro ojos-dijo Selena señalando las gafas de Mike-, pero todavía no puedes distinguir quién es el enemigo.
-Eso no es verdad. ¿Cómo puedes utilizar los sagrados bocadillos en esa táctica tan malvada? No, no, nunca. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir? Al primer momento, el pan aporta salud a los que están enfermos, consuelo a aquellos que están cansados.
-Acaba de explotar- le susurré a Selena.
-Lo sé, lo sé. Entonces, usaré una bicicleta
y se la estrellaré por atrás.
-¡Selena, por favor!
-¡Ves! ¡Mike estás de parte de Sam o de Austin!

sábado, 12 de febrero de 2011

Capítulo 7: Dos hombres y un Destino (Parte 5)

Austin:
Entré en las instalaciones todavía con el mono puesto y el casco en las manos.
Me paré, había perdido el control del coche... pero Sam y Jack se miraban tan felices juntos...
-¡Haced bien vuestro trabajo!- le grité a los operarios-. ¿Cuál es el problema con el coche?
Ninguno respondió. Golpeé a uno con el casco en su estómago. Se arqueó del dolor.
-¿Queréis que os despida? ¿Eso queréis?- grité con todos mis fuerzas.

Leo:
Y la carrera llegó, nosotros nos quedamos en el mirador con Ashley, a la espera de que llegaran las chicas.
Aquello se llenaba cada vez más y más con la gente de la escuela.
Nos sentamos en una mesa:
-Eric, ¿la preparación para tu exhibición va bien? - preguntó Ashley.
-Sí.
-¿Cuándo se supone que es?
-Creo que, probablemente el próximo mes.
Selena y Sam aparecieron por la puerta, Ashley se levantó y acudió a recibirlas:
-¡Por aquí! El clima es genial, ¿verdad?- las trajo a la mesa-. Ven a sentarte aquí.
Se sentaron, Ashley al lado de Sam y Selena al lado de Eric.
-¿Qué te gustaría tomar?- preguntó Ashley a Sam-. Tenemos una fórmula casera de chocolate caliente, ¿quieres probarlo?
-Sí.
-¿Tu amiga también?
Selena sonrió.
-Sí.
-No digas que no, es una gran bebida, tú sabes. Peter... Por favor traiga un poco de chocolate.
Eric y yo nos levantamos de la mesa pidiendo permiso. Luego fuimos hasta los cambiadores, yo al de Austin.
Entré y ya tenía el mono puesto.
-Hey, man- coloqué mi mano en su hombro-. Te estoy pidiendo un favor. Aún no es demasiado tarde para cambiar de opinión. Ten cuidado, ¿ok?
-Ok- y ambos nos chocamos las manos.

Jack:
Eric entró en mi cambiador y me dio unas palmadas en la espalda:
-No te fuerces, deja esto ahora.
-¿Estás preocupado por mí?- pregunté.
-Por favor, ten cuidado.
Sonreí, y salí a los pasillos acompañado de Eric, allí nos esperaban Sam y Selena.
Selena agarró mi brazo:
-Oye, ¿sabes que si pierdes esta ronda... todo terminará? Cualquier estrategia... No. Un arma secreta o algo, ¿tienes eso? La tienes, ¿verdad?- dijo con la voz apagada-. Debes tenerla.
-¿Arma secreta?- Austin salió de su cambiador seguido por Leo y me miró fríamente-. La tengo.
Me acerqué lentamente a Sam y la abracé con fuerza, inesperadamente para ella y el resto de presentes.
-Quédate quieta- le susurré-. Puede ser un poco infantil pero ésta es nuestra estrategia. Sígueme la corriente.
Me despegué de ella, tomé su cara entre mis manos y la besé en la frente.
Sam cerró los ojos.
Austin nos miró con rabia.
 "Austin, lo siento. Incluso si tengo que hacer esto, debo cuidarla"
Miré por última vez a Austin a los ojos.
-Jack...- susurró con rabia-. Debes estar completamente loco. No sólo una vez sino dos veces... ¡No, incluyendo ésta, son tres veces! Vas a morir hoy...

Samantha:
Y la carrera comenzó. Austin iba delante, con Jack pisándole los talones. Jack adelantaba pero a los dos minutos volvían a la posición anterior.
Enterré la cabeza entre mis manos, ya no quería ver más.
-¡Hey!- gritó Selena bastante tiempo después-. ¡Sam! Mira eso.
Temblorosa miré las caras decepcionadas de todos los estudiantes.
Entonces, dirigí mi vista al asfalto. El coche de Austin estaba parado y Jack acababa de pasar la línea de meta.
Agarré las manos de Selena y empezamos a dar saltitos juntas.
Eric y Leo se miraron entre sí y chocaron sus manos.
Ashley se levantó y se nos acercó:
-¡De verdad! Estos niños... ¿Cuándo se hicieron tan adorables?- sonrió para sí misma-. Exactamente así. Ah, fue una buena decisión volver a Nueva York! Mucho mejor que ir a Hollywood, ¿sabes?
-¡Sí, un anciano como yo tiene más que hacer ahora! - contestó Peter con una sonrisa.

sábado, 5 de febrero de 2011

Capítulo 7: Dos hombres y un Destino (Parte 4)


Jack:
Volvimos a reunirnos con Ashley en el salón de la mansión Mcklaine. Nos sentamos y esperamos a que llegara Ashley.
-A continuación, es el momento de abrir la bola de Jack, ¿no? - dijo Ashley al sentarse, sacó el papelito y me miró preocupada-. Carrera de automóvil.
Austin rio para sí, y el resto de los presentes me miraron intranquilos.
Tras eso regresé a casa y me tumbé en cama intentando dormir.
Pero cada vez que cerraba los ojos, recuerdos se reproducían en mi mente como una pesadilla.
-¡Mamá! - lloraba aquel niño de mis pesadillas, con la sangre corriendo por su rostro y el coche ardiendo a su lado-. ¡Mamá! ¡Mamá!
-Co... coche... ¡No! - me incorporé y miré todo mi alrededor para comprobar que todo había sigo otra pesadilla.
Me preparé para asistir a la escuela, pero en vez de tomar la moto, entré en el automóvil.
Me senté e intenté ponerlo en marcha. Pero las manos me temblaban. Di golpes con la mano contra el volante. Jamás conseguiría conducir un coche.
Y es que el niño de mis pesadillas, era yo.

Austin:
-¡Buenos días! - exclamé al entrar en el comedor, me senté en la mesa-.  ¿Por qué estáis aquí tan temprano?
Leo y Eric se miraron entre sí y sonrieron. Ashley estaba tan concentrada en el periódico que prácticamente me ignoró.
Probé el desayuno:
-Peter, ¡esta sopa sabe muy bien!
-Austin, ¿realmente vas a hacerlo? - dijo finalmente Leo.
-Yo no saqué esa bola. La sacó él solito, ¿qué le voy a hacer? Esa es toda su suerte, ya sabes- tomé una rosquilla y le di un mordisco-. ¿Cómo se dice?
-La suerte del afortunado- me completó Ashley sin levantar la vista del periódico.
-Sí, eso es.
-Jack...- continuó Eric-. No podrá hacerlo.
-No hay necesidad de que él insista en hacerlo. Podría retirarse y darme esta partida como ganada, entonces... ¿Cómo se dice?

-Victoria regalada- me volvió a ayudar mi hermana.
-Eso, victoria regalada. Si eso ocurre, yo gano dos veces seguidas. Entonces, no hay necesidad de continuar el desafío. Sabía que ésta era la forma en que la que terminaría todo- volví a morder la rosca, y con la boca llena seguí hablando-. Farda en fegar, fero la ferdaz acasa siembre fanando.
-¿Qué idioma habla? - Ashley dejó el periódico sobre la mesa.
-Tarda en llegar - repitió Eric.
-Pero la verdad acaba siempre ganando- remató Leo.
-Mi querido hermano. ¿Estás feliz?
-Sí, estoy feliz...- contesté con una sonrisa en la cara-. Pletórico.
-Eso es genial, ¿no?- Ashley se levantó de la mesa.
Pasó tras de mí e hundió mi cabeza en el plato de la sopa.
-¡Ashley!- grité, todos se rieron-. ¿Esto es divertido? ¿Es gracioso?

Samantha:
Y allí estaban las tres BGirls, dispuestas a amargarme el día.
-Debes estar preparada mentalmente, ya sabes- me espetó Ginger.
-¿Qué decís?
-Nuestro amado Jack nunca ganará esto. Eso significa que este desafío va a terminar aquí.
-Lavandera, serás expulsada justo como se esperaba- dijo Miranda-. ¿Por qué no preparas tus maletas ya?
-El resultado se sabrá sólo al final. Creo en Jack.
-No hace mucho estabas diciéndole a
Austin eso de creer en ti- se burló Sunny-. Eres realmente insensible. ¿Todos los pobres siempre se mecen con el viento?
-Sólo pensar que Jack está sufriendo por alguien como tú...- Ginger llevó su mano al pecho-. Me enfada demasiado, me pone los pelos de punta.
Y me lo contaron todo. El trauma de Jack con los automóviles, era real.

-Debo ir y detenerlo- dije apoyándome contra la barra.
-¿No hay alguna otra salida?- preguntó Selena-. ¡Oh, sí! ¿Qué pasa si vas y le ruegas a Ashley...?
-Ella ya nos ayudó mucho.
-¿Así que sólo te estás preparando para la expulsión?
-Si todo esto hace a Jack sufrir tanto, sólo debería ser expulsada.
-Jack, ¿simplemente se rendirá?
-¿Qué es esto?- preguntó Mike al ver nuestras caras de decepción-. Si no puedes detenerlo, debes ir y animarlo. ¿Verdad?- me tendió un plato envuelto en un paño-.  Date prisa y ve.
-Gracias, jefe- me quité el delantal y agarré el plato.
- ¡Sam, fighting!- dijeron a la vez.
- ¡Fighting!
Corrí hacia la puerta, pero a mis espaldas podía escuchar la conversación entre Mike y mi mejor amiga:
-Selena, ¿cuándo es el día de la competición?
-¿Por qué lo preguntas?
-Si pudiera ir... El príncipe Andrew estará allí también, ¿verdad? ¿Qué debo ponerme ese día? Selena, ¿cómo está mi cutis? Está mal, ¿no? Éste no es el momento para actuar así... tengo que echarme algo de crema.
Mike entró corriendo de vuelta en la cocina, Selena puso sus ojos en blanco:
-Él es tan feo. ¡Feo!

Jack:
Me senté a observar como Austin entrenaba para la carrera. Ganaría, incluso con los ojos cerrados. En cambio yo no sería capaz ni de ponerlo en marcha.
Sam se sentó a mi lado, y rodeó con sus brazos algo envuelto en tela.
-Hay algo que me gustaría preguntarte- dijo.
-Adelante.
-¿Cómo conseguiste tu carnet de conducir?
-¿Ya lo sabes? Mackensie me enseñó. Pensé que iba a morir. Pero no quería ser avergonzado. Así es como conseguí el carnet.

-Debes detenerte ahora.
-¿Por qué debo parar?
-No hay nada por lo que valga la pena continuar. De todos modos, no asistía a esa escuela voluntariamente.
-Quédate conmigo- la miré a los ojos-. No sé si puedo ganar, pero... lo intentaré. Ahora, quiero ganar.
-Que...
-¿Eso es para mí?- señalé lo que sujetaba entre sus manos.
-¡Ah! ¿Quieres probarlo?
Desenvolvió la tela, y en el interior había unos deliciosos canelones.
-¡Delicioso!
-Come más entonces- dijo con una sonrisa.
Sonreí y obedecí a sus órdenes. En ese instante, el coche volvió a pasar con Austin al volante. Perdió el control y se salió de la pista.
-¡Oh, Dios mío!- exclamó Sam preocupada.
No hice caso, al fin y al cabo, todo su equipo de técnicos habían acudido a la ayuda de Austin.

*Nuevo capíiitulo! Espero que os guste^^